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  • Rede sem Fronteiras

El principal destino de las personas migrantes de la región es la propia región

El pasado 18 de febrero, en el Foro Social Mundial que tuvo lugar en Katmandú, Nepal y

bajo la coordinación del Foro Social del Magreb tuvo lugar la actividad “Llamado a la

Coordinación Migratoria en el FSM”, en la que participó Rede Sem Fronteiras.


La convocatoria inicial reflexionaba que la cuestión migratoria se encuentra en la

encrucijada de los problemas a los que se enfrenta el mundo: desigualdades sociales

evidentes, ampliación de las brechas entre países explotadores y países explotados,

exportación de políticas de seguridad desde el norte global, cuyos efectos desastrosos

se traducen en miles de muertes ante una total indiferencia. Además, de la presencia

cada día mayor de las consecuencias del cambio climático.


Frente a estos desafíos, a nivel local, regional y global, han surgido dinámicas sociales

para defender los derechos de las personas migrantes, exigiendo transparencia sobre

las múltiples consecuencias de las políticas migratorias. Esto incluye la pérdida de

vidas humanas y las políticas de exclusión implementadas por los países centrales, los

cuales construyen estrategias para externalizar la gestión de sus fronteras en países de

tránsito y de emigración.


Desde los primeros Foros Sociales Mundiales, las dinámicas sociales dentro del Foro

Social del Magreb se han comprometido activamente en las luchas por los derechos de

las personas migrantes en el Magreb y la región del Mediterráneo. Desde 2010, se han

organizado varios foros sociales centrados en aspectos relacionados con las

migraciones en dicha región. El más reciente tuvo lugar en la ciudad de Nador

(Marruecos) del 23 al 25 de junio de 2023. La elección del lugar y la fecha estuvo

vinculada a los eventos trágicos y al tratamiento particularmente cruel, inhumano y

degradante sufrido por los migrantes el 24 de junio de 2022 en el puesto fronterizo de

Barrio Chino, entre Nador y Melilla (uno de los dos puestos fronterizos terrestres entre

el Magreb (África) y España (Europa).


En el marco del FSM el Foro Social Magreb propuso un espacio de intercambio y

coordinación internacional sobre diferentes aspectos de las migraciones buscando

encontrar convergencias y diferencias de las dinámicas sociales a nivel internacional,

fortalecer las acciones comunes y trabajar juntos por otro mundo posible.


Así cada región presentó los principales problemas acusados en la región tales como

las migraciones internas consecuencias del cambio climático, las políticas de

externalización de las fronteras, las estrategias xenófobas como la construcción de

muros, entre otras.


En el caso de la región latinoamericana, la Rede Sem Fronteiras, a través de Patricia

Gainza afirmó que la región y el mundo se encuentran en un momento de

reconfiguración del orden global donde el tema migratorio y los desplazamientos

humanos ocupan un lugar decisivo, como consecuencia inevitable de diversas

acciones: las guerras de Israel contra Palestina y de Rusia con la OTAN, así como del

imperio de los capitales en contra de la naturaleza. Casi 41 millones de personas de

América Latina y el Caribe (ALC) viven fuera de la región. América del Sur tiene

10.523.173 de nuevas personas migrantes: 8.312.766 es migración intrarregional y

2.210.407 son ingresos extra regionales. Por su parte América Central y del Norte tiene

una emigración de 16.198.974 de personas: 11.185.737, principalmente desde México

hacia EEUU; y recibe 2.302.001 inmigrantes (1.197.624 hacia México). (OIM, 2023)


El recorrido de los conflictos más serios en la región podría enumerar varias

situaciones graves en distintas fronteras como las de Chile y Perú, Perú y Brasil, la triple

frontera entre Argentina, Brasil y Paraguay, la frontera entre Venezuela y Brasil, así

como otras situación como la de Colombia, que sigue siendo el escenario más

complejo con un número importante de desplazados internos, entre otras. En este caso

la intervención se centró en otras cuatro situaciones: las fronteras de México (la sur

con Guatemala y la norte con EEUU), las emigraciones de Venezuela y Haití; y la

situación del Tapón del Darién.


México: país de origen, tránsito y destino de migraciones

El primer conflicto sobre el cual se reflexiona es el de México como país de origen,

tránsito y destino de migraciones. México es conocido por sus 2.900 km de frontera

con EEUU, el muro, los once millones de mexicanos viviendo en EEUU, y donde en las

dos últimas décadas también ha crecido la relevancia de su frontera sur, con

Guatemala y con toda Centroamérica. Debido a que México tiene un rol fundamental en

la estrategia de EEUU de externalización de sus fronteras, se ha convertido en un caso

muy complejo que contiene una fuerte emigración, desde hace décadas, pero que

también se ha consolidado como territorio de tránsito y recientemente de destino. (Sin


Como consecuencia de haberse convertido en un territorio de tránsito también ha

crecido como destino de las personas migrantes donde las cuestiones más

preocupantes son los abusos sobre las personas: robos, asaltos, extorsiones,

secuestros que sufren, muchas veces con poca o casi nula acción del Estado.

Muchas de las atrocidades que suceden en la frontera norte de México a manos de las

autoridades estadounidenses, se repiten en la frontera sur, sin ninguna capacidad de

respuesta por parte del gobierno mexicano.


Este recorrido de miles de kilómetros donde enfrentan distintos peligros es la vía de

viaje de miles de centroamericanos pero también de personas de Haití, Venezuela,

Ecuador, Perú.


Venezuela: casi 8 millones de migrantes en la última década

Otro tema que se señaló es la preocupación sobre la estigmatización existente sobre la

migración venezolana que se dirige a Colombia, Perú, Ecuador y Brasil como principales

destinos, pero que está presente casi en la totalidad de los países del continente. Casi 8

millones de personas venezolanas han salido del país y más de 6.5 millones ha sido

acogida en otros países de ALC. A Colombia han llegado 2.5 millones de venezolanos, a

Perú 1.5 millones, a EEUU y Ecuador 500.000 y a Brasil algo más de 400.000 personas.

Sin embargo, cuando se leen los números de solicitudes de refugio son mucho

menores y las aprobaciones son ínfimas.(Statista, 2024)


La amplia mayoría de estas personas sobre todo las que han salido más recientemente

de Venezuela lo han hecho a pié, caminando durante días, semanas, sin comida, sin

agua, ni protección de ningún tipo.


Existe una xenofobia extendida en contra de las personas venezolanas. En algunos

casos responde a la intención de atacar el gobierno de Nicolás Maduro, pero en otras

situaciones son acusadas de los delitos que ocurren en la sociedad como es el caso de

Perú, o de quedarse con el trabajo de los nacionales como en el caso de Colombia.

Ningún argumento nuevo para justificar la xenofobia.


Cabe resaltar que en cualquier escenario, como el de Colombia, recibir a 2.5 millones de

personas en un período menor a una década sin políticas planificadas ni estrategias

para ello, se convierte al menos en un problema social de gestión por ejemplo de la

sobrepoblación en los servicios educativos y de salud, lo que contribuye al malestar

generalizado de las poblaciones receptoras.


Haití: un nuevo viejo caso de racismo

Haití tiene algo más de once millones de habitantes y 1.769.671 emigrantes (casi 16%

de la población). En las últimas dos décadas, Haití ha pasado por dos grandes

terremotos y varios huracanes (que como sabemos, sus consecuencias, provienen de

malas decisiones humana y no del accionar de la naturaleza), inestabilidad política y

económica, violencia, el asesinato del pasado presidente Jovenel Moïse, todo lo que ha

contribuido a empeorar las condiciones a nivel nacional. (OIM, 2023)


Estas situaciones no permiten ningún proyecto de desarrollo nacional. Tampoco los

sabotajes por parte de EEUU, y no nos referimos solo a lo sufrido por ser la primera

independencia del continente en 1804, sino también a actos de sabotaje posteriores,

sufridos en su industria alimentaria, etc. (UNAM, 1983)


Los principales destinos de las personas migrantes haitianas son: Brasil, Chile y EEUU.

En Brasil se aprobó recientemente una visa humanitaria, que les permite regularizar

(OCHA, 2018), en Chile los testimonios hablan de personas que pasan años

indocumentados y en muchos casos terminan yéndose hacia EEUU u otros países de la

región (BBC, 2021).


Por otra parte, sólo en 2023 fueron deportados desde República Dominicana casi

500.000 migrantes haitianos. Un total de 497,692 haitianos tuvieron que regresar a su

país en el 2023, casi la mitad (246,678) mediante el retorno voluntario y otros 251,011

fueron reconducidos por las autoridades. (NODAL, 2023)


Tapón del Darién: nueva trampa mortal

La conocida carretera Panamericana que conecta Tierra del Fuego con Alaska, tiene

solo un tramo interrumpido: el Tapón de Darién que abarca la selva ubicada en la

frontera entre Colombia y Panamá. Esta zona es inhóspita no solo por la falta de

infraestructura sino también por la ausencia total de la presencia estatal.

Si bien en la última década ya se daban algunos cruces por este paso eran

prácticamente irrelevantes.


Los primeros usos de esta zona como paso migratorio en la década de los años 90 fue

principalmente por parte de colombianos que huían del conflicto interno y la violencia.

Panamá no empezó a registrar los cruces sino hasta 2010. Entre 2010 y 2014, las

autoridades registraron una media de aproximadamente 2.400 cruces al año. En 2015 y

2016, este número ascendió a alrededor de 30.000 llegadas anuales.


A partir de 2021, con 130.000 migrantes cruzando desde Sudamérica hacia

Centroamérica, la alarma se disparó. En 2022 el número superó las 250.000 personas y

en 2023 cruzaron más de 500.000 personas.


Entre 2014 y 2021 al menos 253 migrantes murieron o desaparecieron en el Tapón del

Darién. Las autoridades panameñas han informado del hallazgo de 124 cadáveres en la

brecha entre enero de 2021 y abril de 2023. (MPI, 2023)


Otros datos de relevancia para ver las dimensiones del problema: entre los años 2010 y

2021: 3.000 venezolanos atraviesan la zona. En 2022 ya eran más de 150.000

venezolanos, esto también como consecuencia de la solicitud de visa por parte de

México. Entre enero y agosto de 2023 este número había crecido a más de 209.000

personas provenientes de Venezuela. También llegan personas de África central y

occidental, Oriente Medio y Asia meridional. Desde 2015, Panamá registró más de

100.000 migrantes extracontinentales procedentes de al menos 60 países africanos y

asiáticos.


Las rutas no son fijas, cambian de acuerdo a las restricciones del gobierno de Panamá

y el grupo delictivo “Clan del Golfo”. Las tarifas son distintas de acuerdo con las

dificultades que la ruta “escogida” presente. Las más largas y peligrosas cuestan

aproximadamente 200 dólares y son las más usadas por venezolanos y haitianos. Las

más caras, son rutas más cortas y seguras, y cuestan entre 1000 y 2000 dólares son

utilizadas por personas chinas.


En el tránsito las personas migrantes suelen quedarse sin agua y sin comida, tampoco

tienen conexión desde sus teléfonos, suelen sufrir caídas, además de los ataques de

los grupos delictivos, la principal causa de muerte es por ahogamiento.


La reacción de los gobiernos, presionados por EEUU, es la de cerrar aún más ese cuello

de botella geográfico para evitar un mayor número de personas llegando a la frontera

norte de México, con las consecuencias que eso tiene sobre las vidas de las personas.

Colombia y Panamá acordaron formalmente en abril de 2023 la realización de una

declaración donde afirman que ambos gobiernos dificultarían el viaje de las personas

migrantes hacia el norte. El acuerdo se alcanzó con el apoyo de EEUU luego de un viaje

realizado en febrero por funcionarios estadounidenses al Tapón del Darién. El anuncio

formal hablaba de tres objetivos: 1. poner fin al movimiento irregular de personas a

través del Darién; 2. abrir más vías legales para que migrantes lleguen a EEUU; y 3.

aumentar temporalmente (60 días) los servicios para los residentes de ambos lados de

la frontera.


A modo de cierre

Esta realidad no va a detenerse. Es sabido que las personas no dejan de migrar porque

los pasos sean cerrados o más difíciles, buscan nuevas rutas y generalmente más

peligrosas. En este sentido, los Estados deberían generar rutas más seguras para las

personas migrantes.


Los gobiernos deben escuchar a los sindicatos y a los trabajadores y trabajadoras

formales e informales de los países donde los salarios siguen cayendo para encontrar

soluciones comunes.


Los gobiernos receptores de migrante deben pensar en estrategias que combatan las

causas estructurales de la migración y no meramente acciones represivas; así como

políticas de largo aliento y garantistas y no sólo respuestas básicas y asistencialistas.


En este encuentro se pudo identificar que las estrategias del norte global son las

mismas en las distintas regiones, que incluso llegan a romper los acuerdos regionales

como formas de externalización de sus fronteras; que las estrategias represivas

cuestan miles de vidas cada año y que la única estrategia visible por ahora es generar

bloques regionales fuertes en los espacios geográficos de la Unión Africana, la Unión

Andina de Naciones, el Mercosur desde donde se construyan acuerdos amplios.




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